" Todas las personas abrigan, interiormente, impulsos creativos;
enterrados por el proceso de civilización"
(Hans Prinzhorn)






domingo, 30 de enero de 2011

A veces

  A veces, todo sucede de repente, muy rápido, sin darte cuenta. Se encienden las luces y te encuentras ante unos cuantos desconocidos. Esperan lo mejor de tí y tú ni siquieras sabes muy bien qué haces allí. Te encantaría salir corriendo; hacerle un corte de mangas al destino. ¿Cómo reaccionarían? Y te ríes en silencio d eso, que es una forma muy rara de reirse.
 No queda sino un camino hacia delante. ¿Cómo van a responder, entonces, depende de tí? Siempre tratas d entregarte al máximo. No, ya, porque sea tu deber sino por puro placer de existencia; por hacerles ver que les perteneces. Y un poco, al revés, también. Al final, son lo mismo; somos lo mismo. Luego, todo acaba. Y la próxima vez será distinto pero parecido. La vida sigue ahí fuera con su furia y su ruido. Y durante unos instantes (nada dura más que eso) has vuelto a nacer. La gente se marcha, las luces se apagan...

PD: no, no es tan diferente, a cualquier otra situación. La magia existe siempre. Hay que hacerla posible. No importa el lugar, la hora, el momento...