"Solo en mi puerto de mar" Luis Pastor
Tiempo que se marcha para volver. Náufrago otra vez. "Y lanzaré... (como) semillas a la Tierra", mensajes en la botella. Llegarán hasta alguna, otra, playa.
A la orilla de mares en calma que, quizá, no haya de ver ni conocer.
(Sólo sabemos, entendemos, con los ojos del alma).
Así, llegarán palabras ó las mismas palabras. Parecidas, como gritando distinta vida. Auxilio y encuentro. Las mismas líneas que la corriente varía de giro y vuelta. De viro.
Otra vez, se abrirá el camino; otra vez, hay que agitar los brazos. "Saludando con una mano, bajo el diamantino cielo". Pues, siempre es un placer saber que tras "los restos del naufragio", la Esperanza permanece siempre a nuestro lado.
Y que somos eso, que se empeñan, en llamar tanto: "islas a la deriva". Pero, el mundo gira (en un sentido extraño), la vida dá vueltas. Y todo nos lleva al mismo punto de partida.
Allí, donde atraca este barco fantasma, "en la dársena amable, tras la procelosa mar de las ondas", de las olas onduladas. Allí, el corazón y el ancla. Allí, las sirenas cantan, "donde sueñan" esos Otros Mundos Posibles, esas otras Ciudades Invisibles. Hasta entonces.
P.D.: "si no hay viento; tenemos remos. No sólo pueden ellos..."
No hay comentarios:
Publicar un comentario