" Todas las personas abrigan, interiormente, impulsos creativos;
enterrados por el proceso de civilización"
(Hans Prinzhorn)






miércoles, 7 de diciembre de 2011

SOMOS (GENES) EGOÍSTAS ALTRUISTAS


Somos máquinas de supervivencia, autómatas programados a ciegas con el fin de perpetuar la existencia de los egoístas genes que albergamos en nuestras células.
Richard Dawkins-El gen egoísta, 1976.
Sólo después, al vernos como personas y no como máquinas productoras (contenedores temporales) de genes, consideramos los actos altruistas y no egoístas. Desmond Morris-El Hombre Desnudo (Vol.II), 1977
                  


                Aunque ambas palabras, egoísmo y altruismo, son conceptos antagónicos tienen un nexo común, un sustrato, un humus. La persona egoísta (¿ó deberíamos decir sólo persona?) encierra una paradoja: hará cualquier cosa para su propio bien, en su propio beneficio, hasta colaborar con el resto de "egoístas". (Sino rebatimos este hecho pero a los hechos nos remitimos).

Es decir, si la visión que tenemos es de un ego-ombligo-centrismo en el Mundo, cualquier acto, cualquier pensamiento, acción... etc. incluidas las que parecen una contradicción también forman parte de esa visión.
Ejemplos: Colaborar, ayudar, pensar en el sufrimiento del otro y tratar de aliviarlo (¿ó, quizá, sea al revés y esa es la base que define la Humanidad?).

                Nada más lejos, por puro interés necesitamos de los demás y los demás, de nuestra persona. Aprendimos a vivir en manadas, en tribus, a desarrollar las ideas de clan, de familia... etc. porque entendimos que sin seguridad no hay libertad, posible. Ni supervivencia que, más allá de la propia, es la de la especie.

Ésta, como un ente, depende de que al menos dos miembros de distinto sexo sobrevivan y tengan descendencia. Ó, puedan apoyarse mutuamente indistintamente del sexo (que es una condición posterior al género) ante cualquier tipo de amenaza exterior ó interior.

                  El altruismo no existe (somos altruistas porque somos egoístas).

PD: por tanto, la clave de la supervivencia radica: tanto en los dos miembros de diferente sexo que se sirven el uno del otro para hacer un reparto, no siempre equitativo, de las tareas (obtención de alimentos, protección de la prole) dentro del núcleo familiar.
Como de esos otros dos del mismo sexo que se unen para cubrir las necesidades básicas (seguridad, sexo), viéndolas reforzadas, reconfortadas gracias al lazo conyugal que los hace iguales.

No olvidemos que la homosexualidad es la práctica más común entre el resto del reino animal e históricamente en los antiguos imperios de las grandes civilizaciones. Mientras, por otro lado, la poligamia igualmente es lo más extendido entre las diferentes culturas y etnias que forman el Ser Humano en este planeta azul llamado Tierra.



Relacionado: Egoísta (artista)


NOTA: a raíz del Café filosófico en Murcia: Sobre la persona y el individuo.

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