" Todas las personas abrigan, interiormente, impulsos creativos;
enterrados por el proceso de civilización"
(Hans Prinzhorn)






miércoles, 18 de enero de 2012

POLIGAMIA: REDES SOCIALES





"Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor, mientras la violencia se practica a plena luz del día"    
                                            J. Lennon



                Bien, una vez centrada la atención pongámosla en otra cosa, no muy lejana. Pues, la poligamia es otro contrato, otra farsa. Y desde el Occidentrismo, religioso o no, otra de las máximas expresiones del Islam, del mundo musulmán, que tanto tememos porque no comprendemos y, parece, ni nos interesa ni queremos. La poligamia confundida, siempre, con poliandria nos asemeja una suerte de machismo y patriarcado exacerbado.

Hablemos, entonces, mejor de pansexualidad o de la libertad de ésta para crear vínculos más cerrados o no. Eso, no nos engañemos es lo que sucede en las redes sociales, principalmente, pero en cualquier nueva tecnología que nos acerque y nos permita compartir información. Al fin y al cabo, la base de nuestra evolución.

 Que detrás de todo eso, haya un fin último o primero que sea la procreación, la continuidad de la especie... etc. tendríamos que preguntárselo a nuestros genes. Ahí, están indiferentes abriéndose paso, abriéndose a la vida. Si somos sus simples contenedores, como se dice, nada obramos sin su consentimiento o con su libre albedrío más allá de ellos mismos.

(Ampliar imagen)
                   Todo lo que sucede en las redes sociales, hasta el más inocente movimiento, nos lleva inconscientemente a ese deseo insaciable de perpetuación de la especie. Podremos convencernos que no es así, por edad, circunstancias... etc. Nada más lejos de la realidad, las redes sociales también son una forma de perpetuarnos, de seguir vivos cuando este cuerpo orgánico cese como tal. La constancia de nuestro paso por este Mundo, lo que podamos dejar, intercambiar, el legado con, para otros.

Son formas perfectas de seducir y ser seducidos, sin compromiso sin ataduras. La asepsia que ofrecen son la coartada perfecta: no hay celos, no hay "cuernos". La sexualidad está en la mente. El sexo está en el cerebro.

                     Nos nos ruboricemos, rompamos el tabú, aceptamos el orden de las cosas. Somos animales simbólicos porque nuestro mundo, el que hemos creado, se ha vuelto tan complejo que ha sido necesario cifrarlo. No somos más inteligentes por ello ni menos animales. Simplemente, nos hemos adaptado a una realidad cambiante y en ese lapso de tiempo, aún, no hemos restablecido nuestro comportamiento. Quizá, nunca, lo hagamos.

                       Nos sorprende tanto que el sexo, algo tan natural, sea capaz de arrebatarnos y otros instintos como la violencia, no. Ambos son necesarios para la supervivencia pero, también, otras formas como la colaboración y la multiplicidad de relaciones, con cópula o no. (eso sí, hemos sabido llegar a controlarlo).

En parte, por marcar distancias, territorio entre el deseo y su satisfacción. Al revés de como en Un Mundo Feliz, donde se consuma inmediatamente, es ahí, en esa brecha abierta donde surgen los sentimientos, las afinidades... etc. Tan bien acotados en las redes sociales, perfectamente definidas. Nuestro instinto básico reducido a un "Me gusta".

Nueva Humanidad, nueva sexualidad.
(o vieja...)


NOTA: "Mi rol en la sociedad, ... , es intentar expresar lo que sentimos todos. No decir a la gente cómo sentirse. No como un predicador, no como un líder, sino como un reflejo de todos nosotros." J . Lennon



No hay comentarios:

Publicar un comentario