" Todas las personas abrigan, interiormente, impulsos creativos;
enterrados por el proceso de civilización"
(Hans Prinzhorn)






domingo, 1 de mayo de 2011

...lágrimas de metacrilato"



      Otros, son los caladeros del mundo. Donde pasa 3/4 partes de lo mismo. "La pesadilla de Darwin" lleva al  extremo. El pez grande siempre se come al chico. Especies introducidas en saltos de río ó que remontan los mismos acaban devorando a las especies autóctonas y reduciendo la biodiversidad tan necesaria para la supervivencia. Una contradicción en sí misma: criar un sólo tipo, para alimentarnos, que termina aniquilando al resto. Y siendo exportada al extranjero para producir ese exilio de las gentes que viven ahí.
No sólo mar adentro, en ultramar, la batalla sangrienta contra los cetáceos continúa (nuevas leyes y compromisos van reduciendo el sanguinario espectáculo, a veces, sólo por esa razón como en las Islas Feroe, Dinamarca). Y en esa cosa llamada "aguas internacionales",  la vieja bandera negra con "un par de tibias y una calavera" vuelve a ondear. Nuestra propia flota se desplaza allende de los mares para robar con total impunidad, a las poblaciones locales de pescadores, la base de su alimentación.
¿Por qué sorprenderse, luego tanto, de que se asalten esos barcos para pedir rescate; si el abordaje lo hemos realizado nosotros primero? ¿Quiénes son los piratas, entonces? (No me cansaré de hacer esta pregunta). *
      El problema es que todo estos horrores y errores, más propios de una distopía que de la utopía (hacia la que, como tal, quisiera pensar que caminamos). Ni siquiera forman parte de algo trazado, estudiado, planteado de ante mano. Como un plan, un trampa.
Podemos llegar a un nivel de "conspi-paranoia" y afirmar que: sabedores de que todas esas poblaciones que expulsamos, tarde ó temprano, llegarán a nuestras costas; no importa malgastar cuantiosas sumas de dinero en, intentar, evitarlo: vallas, guardias fronterizas, patrullas marítimas... Lo que es un negocio en sí mismo, un circulo cerrado. Luego, trabajarán en los "trabajos" que desechamos, cuidarán de nuestra vejez... etc.
La solución no está en invertir en eso que se llama "ayuda al desarrollo", otra falacia. (Por cada euro que se dá, se roban 2). Sino, ya tanto que nos preocupamos por la legalidad, regular de alguna manera  la necesidad que, al final, surge por ambas partes. (¿Cómo se organizaban si no los jornaleros españoles en la vendimia de Francia?).
       Nada cambiará, hasta que demos con la clave para reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles, podamos acceder (ó volver a hacerlo) a mercados locales, a producciones que tengan menos impacto social y medioambiental. A políticas, también bancarias, que recojan esos mismos valores.
El camino se está trazando, sólo, tenemos que empezar a caminarlo...


*     Conste, que los asaltos son por parte de grupos terroristas, de milicias armadas. Posiblemente, por la propia España (hemos subido al puesto nº7, en todo el Mundo; 3º en Europa, en la exportación de armas). No hay un verdadero control pero hay campañas que van reduciendo ese margen, entre la transferencia y la transpariencia, entre la invisibilidad y la visibilidad. Entre la imbecilidad y... Para su posterior desarme, en consecuencia.

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