27- I
Sucede, también, (a veces) no que el final no se resista a llegar nunca;
sino, el momento de partir.
Y la travesía en el desierto parece, se hace, eterna.
La casa se llena de niebla. Tomada en el arenal.
Como un humo invisible, una tela de araña. Una venda. (Una vendaval)
La vida sigue, igual, todo pasa.
Transita el alma, las estancias cerradas de alguna almena;
donde se abre una brecha y el tiempo entra.
Sucede, también, (a veces) no que el final no se resista a llegar nunca;
sino, el momento de partir.
Y la travesía en el desierto parece, se hace, eterna.
La casa se llena de niebla. Tomada en el arenal.
Como un humo invisible, una tela de araña. Una venda. (Una vendaval)
La vida sigue, igual, todo pasa.
Transita el alma, las estancias cerradas de alguna almena;
donde se abre una brecha y el tiempo entra.
Sucede todo ó nada sucede y, de repente, se evapora.
Vuelve la sombra y todo lo nombra.
Las luces, las horas. Los fantasmas, la memoria.
Queda un mar en calma, un sabor a tierra mojada.
La cal de la playa, la sal de la arena.
Y queda suspendido en el aire
como una pavesa encendida
que, a pesar del fuego, intenta alzarse en el cielo.
Como una cometa, como la cresta de la ola;
la espuma que deshace el viento en la marea.
Como el laberinto dentro de la caracola, como la escalera del caracol;
la estrategia y la redención.
Como "la escafandra & la mariposa"....
la voz, el rumor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario